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OBON Y DÍA DE MUERTOS

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OBON

Obon es un evento japonés que conmemora a los espíritus de los antepasados. A pesar de ser una tradición budista, el concepto de espíritu también se relaciona con el sintoísmo.

Se dice que, durante el festival, los espíritus de los antepasados ​​visitan a sus descendientes y a sus familias, por lo que se enciende una hoguera para alumbrarles el camino a casa (Mukaebi) y darles la bienvenida. Días más tarde, la hoguera se apaga para que no pierdan el camino de regreso (Okuribi).

Obon se celebra del 13 al 16 de agosto. El día 13 se llama Boniri (Inicio de Obon), y es cuando se da la bienvenida a los muertos y se les saluda con el Mukaebi. Los altares de los espíritus (Seireidana) se decoran con un estilo mortuorio budista, compuesto por flores y frutas, como por ejemplo sandías y duraznos.

*Se colocan pepinos para representar un caballo, que significa un rápido regreso a casa y las berenjenas son vacas, que implican un camino confortable.

También se colocan la fotografía del difunto y otras ofrendas especiales llamadas Osonaemono. El 14 y 15 de agosto se invita a los monjes a las casas para pedir por el descanso del alma de los fallecidos. El día 16, llamado Bonake (Finalización de Obon), se realiza el Okuribi.

El Bon Odori es parte de los festejos del día 16 y es un baile de Nembutsu (budismo), con él se lleva a cabo una ceremonia en homenaje a los muertos. Este baile tradicional es más significativo que el aspecto religioso, puesto que se realiza en festivales locales (el Bon Odori más famoso en Japón es el Awa Odori, en la Prefectura de Tokushima).

Durante el Obon, visitar las tumbas es una costumbre importante que involucra diversos rituales, tales como: inclinarse frente al cementerio y frente a la sala principal del templo, purificar y lavarse las manos, limpiar la lápida, inclinarse antes de entrar al espacio de la tumba, quitar las hierbas, y adornar con flores, agua, velas e incienso. Para limpiar las lápidas se acarrea agua en una cubeta y se les riega con un cucharón, después uno reza con las manos juntas.

El Ochuugen es el agradecimiento por las atenciones recibidas por parte del difunto cuando se encontraba con vida. Y, para mostrar el cariño y respeto que se le tenía, es usual enviarle a su familia frutas, flores, alimentos o algún licor.

En Japón son comunes las “vacaciones de Obon”; las escuelas y empresas cierran, y algunas personas aprovechan estos días de descanso para viajar, especialmente aquellas que no practican el budismo.

Dependiendo de la zona y la religión, puede haber diferencias en los ritos, eventos, y significados (temporada, ofrendas, ceremonias, bailes, etc.). Por lo general, en el Obon se pasa tiempo con la familia, se visitan las tumbas y se ora por el descanso de quienes ya no están entre nosotros. Lo importante es honrar a los antepasados y agradecerles una vez al año.

Imagen: www.flickr.com/

DÍA DE MUERTOS

La celebración del Día de Muertos es una de las tradiciones más antiguas y representativas de México. Los indígenas han rendido culto a la muerte desde épocas prehispánicas y la han concebido como parte del ciclo de la vida.

Actualmente, en las 32 entidades federativas se festeja el Día de Muertos, pero cada una tiene sus propias tradiciones y costumbres.

A finales de octubre y principios de noviembre las casas y panteones mexicanos se llenan de colores, olores y luces, en una combinación de nostalgia y alegría que invaden el ambiente.

Las familias colocan en altares calaveritas de azúcar, flores, papel picado, incienso, bebidas y la comida favorita de aquellos a quienes va dedicada la ofrenda.

Esta fiesta mexicana es patrimonio de la humanidad, declarada así por la UNESCO en 2003.

Según la tradición, las ánimas llegan en orden a las 12 horas de cada día, siendo el orden más generalizado el siguiente:

28 de octubre. Los que murieron a causa de un accidente y nunca pudieron llegar a su destino, o bien, los que tuvieron una muerte repentina y violenta.

29 de octubre. Los ahogados.

30 de octubre. Las ánimas solas y olvidadas que no tienen familiares que los recuerden; los huérfanos y los criminales.

31 de octubre. Los limbos, los que nunca nacieron o no recibieron el bautismo.

1 de noviembre. Los niños, también referidos como “angelitos”.

2 noviembre. Los muertos adultos.

Imagen: www.facebook.com/guadalajara por Ada Hinojosa

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